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[TAXI] Preferimos la cárcel que indemnizar a un matón

El pasado verano un taxista tuvo un percance con un motorista mientras trabajaba. El motorista resultó ser Mosso d’Esquadra. Después de ser amenazado y humillado, el taxista se enfrentó a un juicio que le condenó a pagar una indemnización. A día de hoy nuestro compañero se niega a pagar, lo que supone 15 días de prisión. Ante esta situación, el compañero prefiere la cárcel que pagar a un matón. No toleraremos más humillaciones por parte de la policía. 

A continuación reproducimos el testimonio del compañero:

Hola Compañeros y compañeras, soy Luis Bergel Floro taxista de Barcelona y miembro de la sección del Taxi de CNT-AIT (Confederación Nacional del Trabajo – Asociación Internacional de Trabajadores) Os voy a contar un abuso de poder por parte de un Mosso de Esquadra mientras realizaba mi trabajo.

El 19 de junio del 2015 sobre las 11:30 h de la mañana circulaba con mi taxi por la calle Urgel entre la calle Paris y la calle Córcega. Decidí cambiarme de carril, y al mirar por el retrovisor izquierdo, vi que venía un BMW oscuro y una moto detrás, indique la maniobra, los deje pasar y me puse detrás del motorista. El semáforo de Urgell – Paris estaba en rojo, entonces el motorista se giró sobre sí mismo en su moto y con gestos y aspavientos comenzó a increparme. Yo por gestos le indique que me dejara en paz.

Al ponerse verde el semáforo reiniciamos la marcha normal, pero cuando indiqué con el intermitente que me quería desplazar a la izquierda, el motorista al verlo me cerró con su moto. Volví a poner el intermitente y por dos veces más me cerró el paso. En la última intentona me apareció por la izquierda y haciendo girar el brazo puño en alto, (lo hizo como un jinete de rodeo cuando con su lazo quiere apresar a una vaca) descargó un puñetazo en el retrovisor de mi taxi, obligándome a parar ya que me dejo sin visión por dicho espejo. Él paró su moto sobre la plaza que hay frente al hotel “Sarrià”. Yo me paré para pedirle explicaciones, al bajarme del taxi me recibió con la placa en la mano diciendo que era policía. Durante la discusión estando sentado en mi taxi (lo tenía sobre mi) diciéndome no sé qué, en un momento bajo el apabullamiento al que me tenía sometido, le puse la mano en el pecho (no fue una agresión) solo un gesto, a lo que él respondió “Pégame…..pégame”.

Salí del coche, le hice unas fotos a su moto, el gritaba que me denunciaría por darme a la fuga. Busqué un parking y entré en la comisaría de les Corts. Estando esperando dentro me pregunté: «¿ahora les voy a contar que uno de sus compañeros me ha hecho esto?» Y recordé la razón por la cual habían puesto cámaras de vigilancia en esas dependencias. Al salir cometí el error de toda esta situación. A la centinela que custodiaba la puerta con su chaleco antibalas le conté lo ocurrido y que pondría la denuncia en el juzgado de guardia. Creo que al aparece al mosso que golpeó el retrovisor de mi taxi con su moto la centinela le avisó de mis intenciones.

Esto sucedió un viernes. El lunes llaman a la puerta de mi piso dos policías con una denuncia por “atentado a la autoridad” diciéndome que tengo que presentarme a declarar en comisaría acompañado de un abogado.

Durante la espera para el juicio (que ya no era de “atentado a la autoridad” sino de “Faltas” ) coloqué letreros en las farolas de la parada de taxi donde a pocos metros ocurrió todo. En ese momento, había dos compañeros que lo presenciaron todo a pocos metros fuera de sus taxis. No me contestó nadie, hasta que caí en la cuenta de que a cuatro metros del suceso había un quiosco de prensa. Cuando me presenté en el quiosco, le pregunté a la mujer que estaba allí de que si se acordaba de dicha discusión, a lo que ella me respondió, que sí que yo era el taxista. La quiosquera leyó la denuncia y me contó que cuando yo me fui, el Mosso vino con mucha agresividad con la placa por delante exigiendo que tenía que hacer de testigo de él. La quiosquera no quiso, me dijo que se presentaría al juicio.

El juicio fue una pantomima, el Mosso presentó un parte de lesiones falsoanularon la versión de la quiosquera diciendo que no había visto la agresión, a las preguntas de ¿quien increpa a quién? El fiscal decía “El Taxista” y la quiosquera por dos veces dijo “No…No… el motorista”.

Me condenan a una multa de 300 euros de indemnización más 90 euros, un mes a 10 euros diarios o cada dos cuotas de 10 euros un día de cárcel. No pienso pagar por lo tanto entraré en prisión 15 días. No pienso pagar por un abuso de poder por parte de este Mosso y más cuando el parte de lesiones es falso.

Pido apoyo a l@s compañeros de mi sindicato, para hacer una campaña junto con todas las asociaciones y plataformas contra la violencia institucional que se quieran solidarizar el día de mi ingreso en prisión.

SI TOCAN A UN@ NOS TOCAN A TOD@S, SALUD

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