El Estado y la Patronal siguen empeñados en vendernos su papel en la sociedad actual, como garantes de una vida lo más justa y democrática que se puede. Quieren aparentar que ya no usan los métodos antisindicales que tan conocidos eran en otros tiempos: el lockout patronal, las guerras del hambre, el pistolerismo y los asesinatos de obreros…todo ello favorecido y alentado por el Estado.
Pero estas estrategias, que algunas han querido olvidar, no sólo siguen vigentes, sin que se modernizan. Es el caso de Ambulancias Domingo SAU.
Conocedoras sois todas del conflicto que mantiene este sindicato con la empresa por las sanciones derivadas de la última huelga convocada en diciembre de 2014. También hemos hablado un poco sobre los motivos de las sanciones y del despido a nuestro delegado sindical en CNT. SIn embargo, no nos hemos parado a analizar el papel que han jugado los distintos actores empresariales. Vamos a intentar resumir su modus operandi y justificar su comparación con otras épocas
La empresa y sus empresarios
La Familia Blanco-Alaber es la responsable de la explotación constante de las plantillas que tiene bajo su mando. Se trata de una familia, como hemos dicho en otras ocasiones, criada al calor del Estado en el final del franquismo. Como la gran mayoría de las empresas del sector, se han acercado a las subvenciones y al sistema clientelar que ahora maneja la Generalitat, para pillar un pedazo del pastel de la sanidad catalana.
Como máximos responsables de la empresa, son los encargados de que todo funcione bien: de que la plantilla realice jornadas exahustivas, de que se rebajen las condiciones laborales cada vez que bajan los ingresos, de que los empleados no protesten…para ello utiliza la precarización de los puestos de trabajo, realizando casi en exclusiva contratos temporales fraudulentos para tener a la gente amenazada siempre por el despido. Se apoyan el las sucesivas reformas laborales y en que tienen mucho dinero para ir a todos los juzgados que quieran, dificultando la acción legal de los trabajadores sobre la empresa. No es extraño ver cómo la empresa de La Familia se pasa por el arco del triunfo cualquier resolución judicial o de inspección de trabajo.
El bufete de abogados, con Miguel Ángel y Prudencio a la cabeza
Estos dos abogados de diablo, con su tercer hombre, un tal Dani, forman un bufete del patrón. Mientras presumen de haber sido abogados de sindicalistas y de haber corrido delante de los grises (la verdad que debía ser difícil correr entre tanta gente que afirma lo mismo), van dando puñaladas traperas a los trabajadores que se atreven a levantar la cabeza. El amo les dice: “despedidme a este” y los perritos del patrón actúan, ideando extravagantes formas de despido, para después ofrecer pasta a quien se atreve al menos a acudir a los juzgados. En este caso, el despido del delegado de la sección y las sanciones a los compañeros de CGT, ha venido precedido de una “amplia” labor de investigación. Los “machacas” del patrón han contratado a otros “machacas” para hacerles el trabajo sucio. Podréis encontrarles en Gran Vía de Les Corts Catalanes 688, en su magnífico bufete de cucarachas. Animaos a preguntarles por sus rastreras técnicas antisindicales.
La agencia de detectives Krahmer
Personajes como los que forman el gremio de los detectives privados son una lacra para la sociedad. Se dedican, como la gran mayoría de sus amigos abogados, a presentar conflictos donde no los hay, para poder sacar tajada de ello. Así, estos “mirones” profesionales, se dedican a perseguir a la gente por todas partes, con tal de fotografiar cualquier momento de la intimidad de las personas, con tal de sacar tajada económica. Su labor es asquerosa, son peores que los chivatos.
En esta ocasión se les ha ocurrido hacer caso de las locuras de La Familia y ponerse detrás de la investigación de la huelga convocada en Ambulancias Domingo para diciembre del año pasado. No le valía al patrón tener a los mossos de esquadra vigilando de cerca la concentración, sino que querían fabricar una escena de terror sindicalista, con artefactos explosivos incluidos, y como no, con la presencia de menores desvalidos, atrapados por los sindicalistas comeniños.
Esta agencia de Detectives, cuyo número de colegiado es el 394, tiene al frente a Antonio Krahmer Marín que fue excluído de una lista de habilitación de detectives en 2005, se ha metido en un jardín difícil. No sabemos cuanto dinero ha recibido de la empresa o qué relación tiene con La Familia, pero mucho tiene que sacar de este caso para arriesgarse a quedarse sin negocio. Podéis visitarle en su despacho de la Calle Vinyals 18, a ver si os cuenta qué dirá cuando le pidan explicaciones sobre porqué estaba investigando una huelga de trabajadores, cuando es algo estrictamente prohibido.
La perito caligráfico
La señora Esther Gómez Sánchez ha mentido descaradamente en su “magnífico informe pericial” mediante el cual acusan al delegado de la Sección de haber realizado al menos seis de las pintadas aparecidas en el contexto de la huelga. Este personaje no ha pensado muy bien su accción, ya que esta conllevará consecuencias graves para su futuro profesional, pues todo el gremio y todos su clientes se van a enterar de que está a sueldo de La Mafia y de que todo vale con tal de complacerles.
Cabe reflexionar finalmente cómo una empresa que se dice familiar, que supuestamente presta un servicio a la sociedad, ha hecho tanta pasta como para tirar la casa por la ventana a la hora de reprimir a los trabajadores que se atreven a luchar. La Familia ha puesto toda la carne en el asador para reprimir la huelga, pero no le va a salir bien.
La huelga como herramienta legítima a defender
A pesar de las estrategias empresariales, a pesar de las trabas legales que nos impongan, a pesar de los riesgos que se corren utilizando la herramienta de la huelga, no podemos desecharla como válida para alcanzar nuestros intereses. Si la empresa ha puesto tanto empeño en que la huelga no saliera bien, por algo será. Ya nadie se cree el discurso de que todo lo que han hecho era para protegerse de los “vándalos encapuchados” que iban a quemar la empresa. La Familia, a pesar del poder que tienen como empresarios adinerados, han pasado miedo, han visto su negocio peligrar, y eso lo hemos conseguido con una huelga a medio gas. No somos adivinos, pero es sencillo pensar que con un poco más de voluntad y sacrificio, se hubieran podido conseguir cosas positivas en las condiciones laborales.
Con la cabeza agachada no damos miedo a nadie. Si nuestros problemas los trasladamos a la barra del bar, a casa y a la familia, lo único que vamos a conseguir es jodernos la vida más de lo que nos la jode el Patrón. Tomemos la iniciativa y vayamos a por ellos.
Salut!
Sección Sindical Ambulancias Domingo
