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La empresa SECE impone el miedo a base de despidos

 

La Sociedad Española de Construcciones Eléctricas, más conocida por las siglas SECE, es una empresa centenaria que se dedica al mantenimiento y montaje del alumbrado público. Las principales poblaciones que mantiene son Lleida, Tarragona, Terrassa o Rubí, además de otras más pequeñas. Anteriormente operaba también en Barcelona pero acaba de perder la concesión. Es una empresa que está en expansión por Sudamérica, principalmente en Chile.

 
SECE fue de las empresas que se forraron en la época de las vacas gordas y nunca gratificó a sus trabajadores. Recordar que cuando empezó la crisis, a pesar de ser una empresa poco afectada por la misma ya que la contratación pública seguía funcionando correctamente, SECE se agarró a los planes “E” del señor Zapatero. Estos planes en principio estaban destinados a reducir el paro en los municipios, pero por la naturaleza de las tareas a realizar la inversión pública terminó mayoritariamente en materiales y maquinaria y no en la contratación, que fue mínima. En Premià de Mar, por ejemplo, hubiese sido mejor invertir los 2 millones que se concedieron en otras tareas, ya que aquellas en las que se utilizaron prácticamente no generaron contrataciones. Recordemos que el estado pagó todas las deudas de los ayuntamientos a la vez que se acabaron las obras faraónicas y las ayudas.

 
Una vez terminado el plan “E”, SECE quería seguir ganando lo mismo que en los años anteriores, en este caso a costa de sus trabajadores. Tras varios despidos y regulación de la plantilla realizó 3 ERTE´s desde 2010 a 2013 y cerró la delegación de Teià, con la intención de no subrogar a la plantilla de IMES en Granollers. Recordemos que estos son los compañeros que tras varias sentencias ganadas, algún año de espera y una vez reincorporados en sus puestos de trabajo, fueron despedidos de nuevo por SECE. Trasladaron el 50% de la plantilla de Teià a Granollers y el otro 50% a la delegación de Badalona con el objetivo de evitar dicha subrogación.

 
Algunos trabajadores decidimos formar una sección sindical en CNT y empezar a reclamar los derechos reconocidos en el convenio colectivo de la empresa, que SECE no cumplía y que el comité había entregado en caja con lazo rojo a la dirección de la empresa. Por ejemplo, los ERTE´s firmados con el 90% de repudio por parte de la plantilla; rebajas de sueldo; más de 7 años de congelación salarial y la gravedad de que el presupuesto destinado a la seguridad sea cada vez más pequeño.

 
Todo esto no es muy difícil de comprobar. Observamos cómo los vehículos y materiales de señalización y seguridad son muy precarios y no se renuevan, a pesar de que casi todos los pliegos de condiciones firmados con los distintos ayuntamientos especifican exigencias en este sentido. Sin embargo hace años que no cumplen con el parque móvil que tienen designado. La actitud de los ayuntamientos a este respecto tampoco ayuda: suelen pasar del tema mientras les cumplan el servicio. Es decir, que para ganar el concurso basta decir que tienes una flota completa a 3 km de la localidad, aunque sea falso. La flota hay que mantenerla durante todo el tiempo que dura el contrato y existen localidades que ni el primer día se cuenta con esos vehículos. ¿Dónde está la flota de vehículos ecológicos destinados a Barcelona? Son tan ecológicos que ni se ven.

 
Represión Sindical

 

 

Tras varias reuniones de la sección sindical con el ayuntamiento de Premià de Mar, se logró abrir la delegación de Teià con los compañeros de la sección, un compañero de la brigada de Premià y dos compañeros de Badalona. Este equipo durante 16 años, formó parte del mantenimiento de Premià de Mar y que tantas veces había sido felicitado por su buen servicio durante todo el año. Esto a la dirección de la empresa le importó muy poco, entendió que era hora de sacarse de encima a la CNT y que las denuncias de la Sección Sindical sobre el desvió de fondos destinado a la seguridad no eran tolerables, por ello se procede a castigar a un compañero de la sección, el cual se quedó en Badalona picando pavimento con el martillo compresor aun sabiendo que padecía una lesión de espalda: 2 hernias discales. Esta situación le causó un empeoramiento de su lesión, lo cual le obligó a coger la baja médica.

 

 

Cuando se reincorporó de la baja, en el mes de junio del 2015, le entregaron el despido. Según la empresa se trataba de un despido objetivo porque la categoría que ostentaba, jefe de equipo, desaparecía. Pero todos sabemos por lo que fue despedido: el compañero fue a declarar como testigo en el juicio por la subrogación de los compañeros de IMES Granollers que fueron posteriormente despedidos por SECE. También estuvo junto al delegado de la sección en todas las reuniones y negociaciones que se tuvieron con los ayuntamientos para la reapertura parcial de la delegación de Teià, y puso 2 denuncias a Inspección de Trabajo para que se arreglaran las nóminas y la empresa espabilase con el tema de la seguridad en la faena de calle.

 
Después de casi un año desde el despido, en el pasado mes de julio se celebró el juicio y dos compañeros fueron a declarar como testigos. Contaron cómo es SECE y cómo había conspirado para quemar al compañero y posteriormente despedirlo con una mísera indemnización de 20 días por año trabajado. En el juicio el jefe reconoció que actualmente había trabajadores en su puesto haciendo lo mismo, es decir, que el supuesto argumento de despido que consistía en que la categoría del compañero había desaparecido era, claramente, mentira. A pesar de eso, el reaccionario juez responsable del Juzgado 20 de lo Social dictó despido improcedente y no nulo, que es lo que hubiera correspondido ya que, sencillamente, despidieron a nuestro compañero por defender sus derechos. A esto nos gustaría añadir que la empresa a las puertas del juzgado ofrecía el improcedente más una indemnización de 11000 euros, en un último intento por comprar la dignidad del compañero. Por supuesto el chantaje fue rechazado, ya que lo que se peleaba era un puesto de trabajo, no una compensación por callar la boca. 11 días tardó el juez en dictar sentencia y necesitó 18 folios para darle la vuelta a las evidencias.

 
Desde la celebración del juicio de julio, SECE dejó claro el trato que recibirían aquellos que mostraran solidaridad con los trabajadores en lucha y los despedidos. A uno de los testigos le comenzaron a encomendar todas las tareas más denigrantes con el objetivo de desgastarle. Ésta es una táctica muy común en la empresa: mandar a sus encargados, perros de presa, a pisar a los trabajadores que han plantado cara. Encargaduchos que no saben que son el cleenex del empresario y que el final de su camino es el vertedero.

 
Tras recibir la sentencia, la decisión de SECE ha sido añadir más leña al fuego: ha despedido al testigo. Una persona que tenía una antigüedad cercana a los 10 años en la empresa y que decidió no agachar la cabeza e ir a testificar, por el mero hecho de contar la verdad y dejar claros los motivos por los que fue despedido su compañero.

 
Sin ninguna duda ejemplos como éste dejan clara la forma de actuar de empresas como SECE: todo vale a costa de ganar dinero. La salud de los trabajadores o las condiciones laborales son para ellos meros obstáculos legales que tratan de superar, en algunas ocasiones, como hemos visto, con la inestimable ayuda de algunos jueces, verdaderos garantes del orden establecido en las empresas en las que nadie tiene derecho a quejarse. Y pobre del que lo haga.

 

 

Frente a estas prácticas empresariales, que podrían ser calificadas como terrorismo patronal, no nos queda más remedio que rebelarnos y plantar cara. Vaya la dignidad por delante del miedo: basta ya de agachar la cabeza.

 
Desde la CNT-AIT seguiremos apoyando a los compañeros despedidos, en sus puestos de trabajo, en las calles y donde haga falta. A su vez hacemos un llamamiento a toda la clase trabajadora para que manifiesten de la manera que estimen más oportuna sus muestras de apoyo y solidaridad en favor de los compañeros afectados por SECE. Sabéis que no somos mucho de aplaudir ya que hace crecer el ego, pero agradeceremos enormemente todas las acciones que se realicen.

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